Esta
sesión inició con un warm-up, en el que nos teníamos que colocar a un lado u
otro de la clase en función de nuestras preferencias y dialogar sobre el tema,
por ejemplo “Tea or coffee?” “Going to a concert or going to a match?”. Esta
actividad me pareció interesante para practicar la expresión oral y conocer las
preferencias del resto de compañeras de clase. Además puede derivar en
actividades posteriores, por ejemplo adivinar a qué persona de clase le gusta
algo en concreto o realiza algún tipo de actividad peculiar asociada a ella.
Ana
nos explicó cómo funciona la sección bilingüe en su instituto y me llamó la
atención que un centro puede optar solamente a tener un auxiliar de
conversación si dispone de sección bilingüe.
La
metodología CLIL es relativamente reciente. Integra las lenguas a través de
contenidos de otras áreas. Uno de los principios básicos de la metodología CLIL
es que la lengua se usa para aprender contenido del área y también para aprender
y comunicar. En la práctica esto no sucede así, ya que los estudiantes acaban
aprendiendo el vocabulario de la materia pero en muchos casos su nivel
lingüístico no es suficiente para expresarse con fluidez.
Otro
de los principios es que la materia que se estudia determina el tipo de lengua
que se necesita aprender. El tercero y último principio es que la fluidez es más
importante que la precisión gramatical y lingüística en general.
En
mi opinión, los aspectos positivos de la metodología CLIL tienen que ver con el
hecho de que la enseñanza se centra en el alumnado, se opta por una enseñanza
flexible, fomenta el aprendizaje autónomo y se centra en el enfoque por tareas.
Además, el andamiaje (o “scaffolding”) en la metodología CLIL es de vital
importancia, ya que facilita estructuras y estrategias de apoyo que ayudan a
construir el conocimiento.
Existen
varias razones para utilizar la metodología CLIL en el aula, como por ejemplo
el hecho de que la lengua se utiliza con un propósito y el contenido cobra una
especial relevancia. Además, desde el punto de vista de los contenidos ayuda a
desarrollar las competencias básicas.
En
mi etapa de estudiante no tuve la oportunidad de comprobar la eficacia de la
metodología CLIL, pero le doy clases de refuerzo a un alumno que en Cuarto de
ESO cursó Física y Química en inglés, como asignatura optativa, y me comentó
que el profesor no tenía un nivel de idioma adecuado y que hubo un número
elevado de suspensos, por lo cual es esencial que el profesorado tenga un nivel
lingüístico adecuado y utilice materiales didácticos de calidad.
En
esta sesión también tuvimos la oportunidad de ver manuales de Matemáticas en
inglés que se utilizan en el instituto de Ana.
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